Recopilación de historias de víctimas de mordedura

Esta historia ha sido proporcionada por Louise Taylor, directora científica de GARC, que recientemente visitó la oficina de GARC en Filipinas, donde el equipo está empezando un nuevo proyecto para evaluar la eficacia de los centros gratuitos de tratamiento de mordeduras animales.

Me llamó la atención la pila de papeles en la parte superior del armario en la ABTC (Centro de Tratamiento de Mordeduras Animales) en el Hospital Provincial de la ciudad de Tarlac. Cada hoja de papel es el registro del tratamiento de una víctima de mordedura que tuvo que venir a la clínica hasta cuatro veces para vacunarse. La ABTC es pequeña, pero muy concurrida: cada mes se producen dos o tres carpetas de registros. El mes pasado tuvieron 2000 nuevos pacientes, que fueron registrados cuidadosamente, se les limpiaron las heridas y casi a todos ellos se les administró la vacuna contra la rabia; muchos también recibieron inmunoglobina.

En algún lugar de esa pila está el registro de una señora a la que habíamos entrevistado cerca del barangay San Miguel ese día, cuando probábamos nuestro cuestionario de encuesta. La señora describió que tuvo que ir a la clínica el año anterior tras sufrir una mordedura del perro de su vecino. Nos dijo que era importante que se mantuviera sana, ya que su pensión constituía la mayor parte de los ingresos de su hogar. Tiene suerte de haber conocido el riesgo de la rabia, de que el hospital provincial no esté lejos de su casa, y de que el Departamento de Salud proporcione la vacuna contra la rabia de forma gratuita.

Cuando nos fuimos, señaló un perro con collar que descansaba en mitad de la calle. Era el perro que la había mordido. Es evidente que el perro todavía estaba en buen estado de salud y, de hecho, la señora no había estado expuesta a la rabia. Pero ahí está el problema. Dondequiera que persista la rabia canina, existe el riesgo. Es muy difícil estar seguro de que un perro en concreto no puede haber transmitido la rabia al morder. Con una enfermedad mortal, no nos podemos permitir el lujo de correr riesgos, por lo que se recomienda que todas las personas mordidas por un perro sean vacunadas.

Nos preocupaba no encontrar suficientes víctimas de mordedura para entrevistar en el poco tiempo que teníamos, pero los oficiales del barangay que nos acompañaron rápidamente sorprendieron al equipo con ofertas para completar nuestra encuesta. Parecía que en una de cada cuatro o cinco casas había alguien que había sufrido una mordedura en los últimos años. Es cierto que vimos muchos perros y cachorros durante nuestro corto paseo.

Casi sin excepción, todas las víctimas de mordeduras habían consultado primero al tandok (el curandero tradicional), pero luego casi todos ellos habían ido a vacunarse al ABTC. A veces, los vecinos o los oficiales del barangay se habían asegurado de que sabían lo que tenían que hacer.

En los próximos dos meses preguntaremos a un montón de gente qué hicieron cuando sufrieron una mordedura. La mayoría de ellos seguramente vivan mucho más lejos de un ABTC, quizá algunos no pudieron permitirse el viaje para vacunarse, algunos puede que no supieran que necesitaban vacunarse, puede que algunos piensen que la rabia la causan los malos espíritus y no está relacionada con las mordeduras de perro en absoluto.

Mientras miraba la pila de registros, me preguntaba cómo sería un conjunto completo del país. El ABTC de la ciudad de Tarlac es, posiblemente, uno de los más activos, aunque solo es uno de los más de 450 centros en Filipinas que administraron, entre todos, más de un millón de vacunas contra la rabia en Filipinas el año pasado. También hay instalaciones privadas para aquellos que pueden permitírselas. Este es el coste de la rabia canina endémica. Sin embargo, incluso con esfuerzos de salud pública de estas dimensiones, unas 200-250 personas siguen muriendo de rabia cada año en Filipinas. Mientras que la vacunación canina no esté lo suficientemente generalizada para parar la transmisión de la enfermedad, las muertes son casi inevitables.

Se está llevando a cabo el estudio "Evaluación de los centros operativos de mordedura animal en Filipinas" en colaboración con el Departamento de Salud de Filipinas y con el apoyo de GSK.

Traducido por Translators without Borders (Traductores sin Fronteras)